martes, 10 de julio de 2007

Periodistas en el exilio

Roque Rivas Zambrano
roque@lahora.com.ec

El periodista eritreano Milkeas Mihreteab escapó de ser arrestado cuando la redacción de su periódico fue allanada por autoridades de su país hace seis años. Cruzó a pie las fronteras locales antes de obtener un pasaje a Estados Unidos, donde finalmente obtuvo asilo.
Con esta historia el Comité por la Protección de los Periodistas (CPJ) comienza un informe que da cuenta de que 243 periodistas se han visto obligados a exiliarse en los últimos seis años, para evadir la persecución que ejercen en su contra los gobiernos de sus países.
Según el documento, los 243 exiliados pertenecen a diversos países. Sin embargo, más de la mitad son de Zimbabwe, Etiopía, Eritrea, Colombia y Uzbekistán.
La investigación confirma que al menos tres periodistas huyen al mes de su país natal para escapar a amenazas de violencia, prisión o acoso, y sólo uno de cada siete vuelve alguna vez a su casa.
La mayor parte huye a Norteamérica y Europa. Canadá es clasificado como el cuarto país de asilo más importante. Allí funciona un programa de ayuda para los periodistas perseguidos; éste ha recibido a mas de 70 periodistas de todo el mundo a los cuales ha ofrecido puestos de trabajo especialmente en las universidades para que puedan sostenerse.
"La meta es ayudar a los periodistas exiliados a superar las dificultades
que enfrentan al huir de países en los que son perseguidos, adaptarse a la
vida e integrarlos a la sociedad", dijo el director y ex productor de Radio Francia Philippe Spinau, miembro de “Maison des Journalistes”, una casa de seguridad para los periodistas que funciona en París.
Todo este esfuerzo se hace para defender la libertad de expresión y de opinión….

De las bestias salvajes

Roque Rivas Zambrano
roque@lahora.com.ec

El colega Juan Carlos Calderón, de diario Expreso, propone la conformación de la Asociación de Periodistas “Las Bestias Salvajes”; este nombre surgiría de las críticas que ha hecho el presidente de la República.
El mandatario, en su cadena de radio de la semana pasada, se refirió a los periodistas en esos términos; con esto sumó un insulto más a la cantidad de epítetos que ha dicho contra el periodismo y los periodistas. Antes había dicho que cuando piensa en la miseria humana, piensa en el periodismo. También había sostenido, sin precisar casos, que la prensa es mentirosa, corrupta y que distorsiona la realidad.
Los ataques a los periodistas ha provocado, además, la reacción de la Unión Nacional de Periodistas (UNP)y del Colegio de Periodistas de Pichincha (CPP). Las dos organizaciones han mandado cartas al presidente de la República.
La UNP cuestiona “el constante e inútil enfrentamiento que usted (el presidente) mantiene con la prensa nacional” y el Colegio señala que en varios foros ha planteado la importancia de la comunicación, pero que los “los excesos del señor Presidente de la República que ya rayan en insultos, han llevado a impulsar un show mediático, que deja de lado los graves problemas que atravesamos…”
Las reacciones, eran esperadas, sin embargo, suenan más objetivas las reflexiones que hace la Asociación de Calderón: “Solo a una bestia salvaje se le ocurre asistir a ruedas de prensa o cubrir hechos donde sabe que le van a putear, empujar, golpear, jalar de los pelos, escupir; echarle botellas de agua y piedras, nombrarle a la mamá, decirle gorda horrorosa o prensa corrupta o vendida o miserable; cerrar la puerta en las narices, secuestrar…”
El periodismo es un oficio digno y lo que hay cambiar es el enfoque. Hay que cambiar de actores para no andar detrás de los mismos malcriados y ladrones de siempre…